Y es que como uno no tiene el don de la ubicuidad, o está en el monte o está en El Fontan. Y el otoño le llama a uno a subir al monte, así que no queda mas remedio que elegir.
La cosa iba de probar el nuevo cristal, ya sabeis. Así que, aunque a ratos ha llovido, yo he aprovechao para ver como furrula. Aún tardaré algo, no mucho, en terminar de acoplarme a él, siempre pasa cuando estreno óptica. Pero la verdad es que es cómodo, algo pesado pero ya estoy acostrumbrado, y sobre todo muy rápido.
He visto tambien que le pasa a 24 mm. lo mismo que a su hermano, el 14/24. Distorsiona las verticales a poco que te descuides y lo bascules un poco, así que habrá que estar atento.
A plena apertura dá un bokeh bastante aceptable, eso lo he probado mas tarde. Osea, que estoy contento con la adquisición.
Nikkor 24/120
f/5,6 a 1/30" + 1,00 E ISO 400
Me alegra mucho que estés satisfecho con tu nueva lente, Antonio. Sé que la disfrutaremos en los próximos años, jiu, jiu.
ResponderEliminarMe seduce especialmente la posibilidad de fotografiar a bajas velocidad sin riesgo de trepidación. En este caso fíjate que a 1/30 la señora de la derecha aparece en marcha, mientras el resto de la imagen (lo que realmente nos interesa) va a otra velocidad, más serena, que invita a contemplarla.
La nitidez es, también, impresionante.
Un abrazo Antonio
Eres un fenómeno de las pruebas de campo, los de Nikon deberían tenerlo en cuenta y hacerte algún descuentillo, je,je,je.
ResponderEliminarlo que más me impresiona de la toma, es ese montón de mercancía que le queda al vendedor por dar salida ... qué angustia, joer.
El blanco y negro de cine, y nunca mejor dicho, me viene a la cabeza el cine italiano de los 50 ...
Un abrazo