70 mm, f/6.3, 1/200
Este Sr. vivía a orillas del mar, verano tras verano manejaba su tractor para bajar lanchas y barcos pesqueros. Fue una de mis primeras fotografías, por el año 2007. No era muy proclive a las fotografías. Pero yo tenía charlas con él y logre cierto espacio de intimidad. Ahí, como cuando Steve dice que el alma sale a la luz, luego de esperar me regaló esta fotografía... Al año siguiente ya no estaba allí, después de mis 25 años yendo al sitio y él estando al firme.
Una vez al año venían camiones a tirar escombros para de esa forma poder armar un "camino" mas firme que la arena de la playa. Lamentablemente, un día de esos se puso debajo de la camioneta y la persona que la manejaba se puso hablar por celular, olvidó que el señor estaba atrás y lo lastimo. Luego de eso pasaron algunos meses hasta que falleció.
El sitio sigue siendo el mismo, y otro al mismo tiempo. Una muestra que deja claro sin lugar a dudas, que las personas hacen a los sitios tanto como los sitios a las personas.
Si bien no es una historia feliz en absoluto, quería compartirla con Uds., para pensar, para reflexionar...
Una triste y bonita historia... con un retrato de piston.
ResponderEliminarSu historia está reflejada en ese rostro que los años han ido toscamente esculpiendo. Ahí estan las huellas de toda su vida.
Me gusta Juan Luis, me gusta mucho.
Un abrazo,
Gracias por la fotografía y, especialmente por la historia, permite entenderla mejor, darle sentido y "retratar" con mayor profundidad a este señor.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Juan Luis.
Es la grandeza de la fotografía, que permite atrapar el instante de alguien que fue, o que puede llegar a ser, pero sin consideraciones superfluas, tal como es, tal como lo viste en ese instante, tal como tu experiencia lo vivió.
ResponderEliminarMe resulta entrañable.
Abrazos
Muchas gracias. La verdad que fue muy significativa ésta fotografía... Sin duda que la historia hace a la foto y viceversa. abrazo
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