Desde una parte alta de la muralla que rodea Dubrovnik, la ciudad parece caber en la palma de la mano.
Ragusa convertida en república tras independizarse de la República de Venecia, ocupaba apenas una superficie de 1 Km2 (aprox), pero su influencia marítima, fundamentalmente a través del comercio, y astucia diplomática, la convirtieron en influyente y próspera.
Hoy conserva toda su historia a resguardo, entre las murallas que rodean la ciudad.
Tokina 12-24
12 mm
f/7,1
1/320 seg.
ISO 100
Una curiosidad: los tejados de la ciudad vieja. Son todos nuevos, novísimos diría. Llama la atención.
ResponderEliminarEvidentemente se trata de los bombardeos a los que se vió sometida la ciudad tanto desde el mar como desde la montaña que le da cobijo.
Un martirio del que parece mentira se haya secuperado. Llama la atencion lo bien hecha que está la reconstrucción, porque no quedó piedra sobre piedra.
Compre un libro allí sobre el estado de la ciudad y daba pena ver como la dekaron los serbios... una canallada que después ha reconstruido -en lo fisico- la UNESCO.
De tu foto....joer, que me recuerda el calor que pasamos el dia que recorrimos la muralla entera. Y eso que madrugamos...
Un abrazo,
Es que si viajaste en verano el calor es la lessche. Nosotros en Agosto, te puedes imaginar, pero nada en comparación a lo que cae, en esas fechas, por la Toscana, donde fuimos después.
ResponderEliminarUn abrazo Antonio
Bonitas texturas...la vida sigue a pesar de las guerras.
ResponderEliminarUn abrazo
La tierra es redonda, lo creamos o no. Te comento esta bobada para decirte que en esta ocasión, la curvatura que dibuja el Toki, lejos de molestar, ayuda a "concentrar" a meter en "la palma de la mano" esa ciudad. La corrección de la distorsión en esta fotografía la haría totalmente diferente; tal vez sea más correcto verla con una proyección lineal (que es como la percibimos), pero perdería ese efecto de lugar pequeño, recogido y tan atractivo que aparece en esta excelente fotografía.
ResponderEliminarCojonuda (proclamo). Un abrazo Ángel