No sé bien porqué me he acordado de Nayem Elgarhi; tal vez porque él vivía en la miseria a la que le condenó nuestro país al dejar a los Saharauis en manos de un reyezuelo que les niega su tierra. Maldito sea el reyezuelo moro, él, sus hijos y los hijos de sus hijos por matar a Nayem Elgarhi y a todo su pueblo, y también un poco a algunos de nosotros.
Mientras, el niño aburrido, rubio, cerúleo, seguirá merendando como todos los días, mientras espera que sus padres vengan de la oficina...
Disculpad la mala baba...
24mm, 1/100. f. 2
La verdad es que nuestro papel como responsables de aquella parte del norte de África ha sido de "cagada absoluta" y no tiene aspecto de solucionarse, al menos a corto plazo. A veces me sorprendo aún lo cabrones que podemos llegar ha ser la raza humana con nuestro semejantes ...
ResponderEliminarLa foto es impecable, los reflejos del suelo pulido me atraen poderosamente, dando un toque aséptico a una escena que de otro modo sería muy "humana", el niño mirando al infinito a través de las ventanas, el silencio y la frialdad de la sala ... joder, casi es una foto denuncia.
Un abrazo
Da cosa leerte Paco. La verdad es que ni me he enterado de la noticia, cada día me siento menos interesado por leer periodicos o ver noticiarios, tengo que hacermelo mirar.
ResponderEliminarCreo que os conté que yo hice la mili en El Aaiún, hasta la Marcha Verde. Osea, que me duele doblemente la forma tan ignominiosa en que dejamos a los saharauis abandonados a Marruecos. Algo hay que impide el que ni nuestro país ni el resto del Mundo se conciencie del problema, como tantos otros de descolonización o de reconocimiento de identidades.
El caso es que tu historia, asi contada y en yuxtaposición a la vida cuidada de tu protagonista, la hace mas dura si cabe.
Acojonante.
Un abrazo Paco,
Pides disculpas por la mala baba y yo te doy las gracias por ella, porque es ella la que hace falta, ésa que por tu motivación y tu capacidad para fotografiar provoca y con-mueve, la que consigue re-mover a las conciencias.
ResponderEliminarGracias, Paco.
Un beso
Yo ya he pasado de la rabia a la apatía, lo que tenía que decir me lo he comido en silencio, en un silencio de rabia contenida, sí ayer por la tarde fui a una conferencia sobre el abordamiento del Navi Marmara por parte del ejercito israelí en aguas internacionales, y que me puso de muy mala leche por ver la impunidad y la falta de castigo en quedo esa salvaje acción en la que hubo un montón de muertos inocentes... hoy me despierto con esto, pero ni pasa ni ocurrirá nada, pobre chaval... y encima degradado al nivel de delincuente por los voceros mediáticos de la prensa de esa sociedad corrupta que es la marroquí, lastima de país en el que sus habitantes (los marroquíes) se comportan más que como personas como simples lacayos de un reyezuelo al que parecen que se lo deben todo, cuando en realidad no le deben nada... eso es a raíz de vivir en una cultura muy influenciada por el poder religioso, de un islam que rige lo divino y lo humano, lo público y lo privado... donde el Rey es considerado la máxima autoridad en todos los ámbitos de la vida... menudo país, cada vez los odio más.
ResponderEliminarLa imagen refleja eso... apatía, lo malo es que es un estado de ánimo contagioso, vivimos en una sociedad en la que lo vemos todo a través de una ventana, blindada.
un abrazo