Me llamó la atención al pasar en coche frente al IVAM, prometí volver y hubo suerte: aún no habían pasado las esculturas al interior, así que pude retratarlas a placer, inventando mil encuadres diferentes.
La textura del material -acero Ensacor envejecido al ácido- (creo) es increible. Su actitud hierática, sus dimensiones imponentes y la multitud de ellas alineadas frente a la fachada del edificio eran un espectculo. Me imagino que una vez dentro, en la sala que les asignen, quedarán aún mejor por la luz y sobre todo por los fondos neutros que distraeran menos que los elementos urbanos. Pero para entonces ya no podré retratarlos... a menos que me anime a hacer otro viajecillo a Valencia...
La Colina de la Imágenes
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Impresionan, además, supongo que tenían un tamaño considerable.
ResponderEliminarEl encontrarlos así, desubicados tiene que crear un efecto cojonudo, como muestra tu fotografía.
Cononuda, Antonio
Un abrazo
Tienen algo gore, parece igualmente personajes de serie manga japonesa... a ver cuales son las otras...
ResponderEliminarabrazos