Vamos volviendo..., un poco antes de lo previsto pero razones mandan.
Han sido dias buenos, intensos en disfrute general. Buena compañía, buen comercio y buen bebercio.
Y fotografía, mucha fotografía.
La expo de Paco una pasada. Hay que ver como ganan las fotos puestas en grande y con una pared detrás
En fin, que tengo un trabajo cojonudo hasta que las vaya revelando una por una.
Si algo me ha sorprendido (en mi tierra no se llevan los tronos así, sino que van sobre ruedas) ha sido el trabajo de los costaleros. Impresionante de verdad el llevar como lo hacen, sobre si mismos, y como levantan y mecen los pasos por calles estrechas y llenas de obstáculos. Una maravilla.
Que sirva ésta como homenaje a todos ellos:
28 mm.
f/2,8 a 1/30" ISO 200
Han sido dias buenos, intensos en disfrute general. Buena compañía, buen comercio y buen bebercio.
Y fotografía, mucha fotografía.
La expo de Paco una pasada. Hay que ver como ganan las fotos puestas en grande y con una pared detrás
En fin, que tengo un trabajo cojonudo hasta que las vaya revelando una por una.
Si algo me ha sorprendido (en mi tierra no se llevan los tronos así, sino que van sobre ruedas) ha sido el trabajo de los costaleros. Impresionante de verdad el llevar como lo hacen, sobre si mismos, y como levantan y mecen los pasos por calles estrechas y llenas de obstáculos. Una maravilla.
Que sirva ésta como homenaje a todos ellos:
28 mm.
f/2,8 a 1/30" ISO 200
Me habías hablado de esta foto, y no esquivaste un detalle ya que me la imaginaba así, mezcla de tradición y mezcla de modernidad por el vaso que sostiene uno de ellos, aquí la semana santa se "sufre" se lleva por dentro, se convierte en penitencia en algunos casos, (la mayoría) como por ejemplo el de los costaleros, y tu das buena fe de ellos mostrando unos rostros cansados durante un periodo de descanso.
ResponderEliminarabrazos
Pues me alegra tu pronta vuelta Antonio, espero que la vuelta prematura no se deba a nada importante ¡¡!!
ResponderEliminarHace que no voy a una procesión ... bueno ya ni me acuerdo, pero si las he vivido en Granada y Sevilla y en pueblecillos del Pirinéo y en algún otro lugar. Coincido con Paco en la devoción que existe en el sur, se lleva en la sangre, aunque creo que es ya más parte tradición y folklore que religión, tal como se entiende ésta.
El contrapicado es muy bueno (te tiraste por los suelos ¿no?) y enaltece el trabajo de esta gente.
un abrazo Antonio