Es curioso como en nombre de la iglesia (da igual el signo de ésta) se han realizado las más espeluznantes tropelías a lo largo de la historia reciente. Dalmacia no se ha librado de intrigas e intereses, muy al contrario, por su posición destacada en el Adriático, ha sido contante motivo de disputas por intereses económicos y territoriales.
En Split la reconstrucción de la antigua ciudad romana por parte de la cristiandad durante la Edad Media, la dejó jalonada de iglesias, templos y figuras representantes de la cristiandad. Para mi su interés es meramente histórico y por supuesto fotográfico.
24-70 mm
24 mm
f/8
1/160 seg.
ISO 100
Pues aparte del repaso de histria que nos has dado... la foto te ha quedado cojonuda, además Ángel, la silueta tiene una postura o forma que parece reivindicar aquello que dices.
ResponderEliminarun abrazo
Hola Paco, ¿cómo estás?
ResponderEliminarMe alegro que te guste, en realidad me la pusieron a huevo y la idea es esa que comentas, la silueta representativa del PODER de la iglesia y el predominio del claro-oscuro casi puro, su esencia.
En fin paridas mías.
Un abrazo
El contrapicado refuerza la silueta de la estatua, lo mismo que lo hace el negro absoluto, dándole fuerza composiitiva, equilibrio en el reparto de las masas y contrapesando la agilida y gracia de la torre, tan esbelta y aparentemente frágil. El ramerio aporta profindidad y termina de equilibrar el conjunto hasta el punto de que uno se pueda perfectamente hacer a la idea del sitio.
ResponderEliminarPos que me gusta, vaya.
Un abrazo psicodélico de estos de carton piedra....
Ese dedo ¿divino? es la clave, a mi juicio, de esta fotografía. Dedo (todo-poderoso) en la sombra...
ResponderEliminarLa composición es antológica Ángel que, junto al excelente monócromo, hacen de ésta una fotografía excelente.
Un fuerte abrazo Ángel