Una segunda toma, intentando sacar las características terrazas (algo), y con esta chica viniendo de frente. Fijaos como la luz se filtra entre los árboles, con ese suave reflejo, posiblemente procede del filtro UV, a modo de haz ilumina el cabello de la chavala. Me priva esta hora para hacer fotos, y es aprovechar el instante, por que dura realmente poco.
Y mi mujer a una distancia prudencial, esperando. Lo que nos tienen que aguantar las pobres ...
Cojonuda Ángel, menuda luz, y menudo momento... ya te lo decia ayer, el caso es que quiero volver a París, la escusa son mis hijo que quieren ir, así que ya veremos, sobre mujeres sufridoras, jejeje, Antonio sabe de ello un rato.
ResponderEliminarun abrazo
Me gustan mucho este tipo de fotos. Esa luz del atardecer es impagable. Saludos.
ResponderEliminarExcelent photo, i really like it
ResponderEliminarSi señor. Esa hora en la que los rayos de luz inciden oblicuamente alargando -estirando- las sombras y alumbrando en contraluz el trasiego de los bulevares parisinos son sin duda una seña de identidad que te transportan rápidamente, mas que el avion, a la ciudad de la luz. Está toda ella resumida en tu fotografía.
ResponderEliminarMe parece cojonudisima, vaya. Con incrustaciones de magnifica.
Un abrazo artista,