El traqueteo del tren puede más que la pujante luz de este amanecer que le lleva a casa.
La noche ha sido larga y solo espera llegar a su pequeño apartamento, tomar una taza de cafe y dormir hasta el mediodia.
Le gusta vivir en la anticuada Coney Island aunque el camino de regreso se haga largo.
La vida es dura para la gente que tiene que desplazarse hasta la Gran Manzana desde los "alrededores". Hacen mas kms. que el baul de la Piquer. Si juntasen las horas que se tiran en el camino quedarían acojonados. No te digo nada si calculasen las que les quedan hasta la jubilacion...
ResponderEliminarToda esa estructura metálica da una idea de la trampa en la que se encuentran metidos... con lo bien que se vive en el pueblo¡¡¡
Saludos,
Una foto de esas que cuentan una historia gráficamente pero de un modo tan claro y directo que uno no puede evitar sentirse un poco como el hombre del tren.
ResponderEliminarSoledad, deseos frustrados y seguramente poco descanso, poca felicidad.
Puede que no.
De cualquier modo una estupenda foto.
Un abrazo
Mas parece que viva en esa jaula. Su viaje a casa es mas un viaje a ninguna parte. Como dice Antonio, que bien que se esta en el pueblo. Un abrazo.
ResponderEliminarRespira esencia este relato y la fotografía, todo en uno abriga la percepción de que viajamos en ese mismo vagón y asistimos a esa mini historia.
ResponderEliminarLo que da de si un móvil, la leche
Un abrazo (cuidado que te prodigas poco)
Hay que estar allí...
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