O como retratar a un cura pre-conciliar junto a una tapia encalada... que diría Don Francisco.
Un dolor, pero nada que una edición apoyada en el rango dinámico de los sensores no pueda salvar honrosamente.
Otra cosa es ese andar silencioso, en el que se deja oir ese fru-fru del buen genero con que nuestro prelados se obsequian en las grandes ocasiones. Y es que, aunque el refrán diga lo contrario, el hábito si que hace al monje.... o al obisporro de provincias.
35 mm
f/4,8 a 1/2000" +0,33 EV ISO 160
Un dolor, pero nada que una edición apoyada en el rango dinámico de los sensores no pueda salvar honrosamente.
Otra cosa es ese andar silencioso, en el que se deja oir ese fru-fru del buen genero con que nuestro prelados se obsequian en las grandes ocasiones. Y es que, aunque el refrán diga lo contrario, el hábito si que hace al monje.... o al obisporro de provincias.
35 mm
f/4,8 a 1/2000" +0,33 EV ISO 160
Te miraba con cierta cara de bondad, creo se presto a al foto, le gusto sentirse retratado sin miedo a que le robaran el alma, ¡yo he corriddo por una calle porque un moro al verse retratado se creia le estaba robando su ser con la foto! y la foto... que delicia de "blancos" y de detalle... ese día te absolvieron de todos tus pecados, un poco más y te invitan al palio que se puede ver unos metros más atrás.
ResponderEliminarabrazos
Ya echaba de menos estas fotos. Cuando me toque la bonoloto, de verdad que me compro una Leica. Claro tendría que ir a tu "pueblo" a recibir un curso ;)
ResponderEliminarUn abrazo Antonio.
Agustín.
¡Cunnus Antonio! Hace meses que dejé al P. Pío y tú lo retomas.
ResponderEliminarEstá de mojar, esos blancos, con tanto de talle y el rostro del "reverendo" son impresionantes.
Me gusta mucho
Quien dijo dificultad en los blanco?, fíjate en el detalle que tienen los hábitos esos, DETALLE BLANCO SOBRE BLANCO. Acojonante. Cosas de los sensores modernos y del buen hacer del revelado.
ResponderEliminarPero el momento, la expresión del susodicho, eso no lo iguala ningún sensor ni revelado.
Un abrazo Antonio
Se puede vestir de blanco, se puede tomar una mano en la otra, puede, incluso rodearse de la gusrdia real, al final da lo mismo. Es un inmisericorde disfraz y una parafernalia que cada vez nos creemos menos.
ResponderEliminarLa foto es acojonante por lo que dice Ángel, no es fácil lograr detalles en el blanco.
Tu eres un maestro y lo logras de pu_ _ madre
Un abrazo