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| Una calle de Lavapiés (Madrid) |
Hay momentos en los que el mono de fotografiar alcanza niveles tan apremiantes, que no me queda más remedio que tomar la cámara, y salir por el barrio para sanear la mente y el espíritu.
Espero que os guste.
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Me gusta la idea de retratar lo cotidiano y ya casi desaparecido, me refiero a la ropa tendida.
ResponderEliminarLa escena invita a desplegar un monócromo como el que has editado, lleno de matices.
Me gusta mucho Luis
Un abrazo
Ja,ja,ja Luís me río porque ese síndrome de abstinencia lo estoy pasando yo ahora. Apenas tengo tiempo de casi nada. A ver si en Semana Santa puedo dedicarle unas horas cunnus.
ResponderEliminarMe gusta porque retratas lo cotidiano, porque invitas a preguntarnos sobre los dueños de esa ropa, por sus vidas, por sus miserias y grandezas. Son parte de nuestra condición social
El blanco y negro es muy bueno
Me gusta, Luís
Un abrazo
La primera vez que fui a Madrid, en el coche con mis padres, me llamó la atención lo malamente que se apañaba la gente de la gran ciudad para algo tan cotidiano como el tender la ropa..., en el pueblo teníamos nuestro huerto, en la parte de detrás de la casa, donde se tendía la colada después de lavar en aquellas pilas en las que en invierno había que romper el hielo. Aquellos canteros de madera y el jabon hecho en casa con grasas de la matanza.... y las sábanas blancas impecables, tendidas en alambres largos, inmensos. Andabamos en bici alrededor y en invierno recuerdo que se congelaban y hacían daño si las rozabas al pasar por entre elllas...., que cosas. Fijate en el poder evocador de una fotografía.... y fijaté en lo mayores que somos....jejejejjj
ResponderEliminarMe gusta Luis, si señor.
Un abrazo,
Muy buena Luís, a veces nos retratamos a través de nuestra colada.
ResponderEliminarabrazos
Pues me gusta y mucho, Luis.
ResponderEliminarEl tendal es un motivo intemporal y absolutamente fotografico y fotogénico.
Saludos