El criminal siempre regresa al lugar de su crimen... o eso dicen. Debe de ser la causa de que ésta fotografia sea una constante en las que suelo hacer por Gijon en cuanto llega el veranito y nos vamos a tomar unas sidrinas. El sitio, entre la Plaza Mayor y la Plaza del Palacio de Revillagigedo, siempre está concurrido y animado. Suele ser centro de la movida de la chavalería y sobre todo de los sidreros que se reparten por todo el barrio marinero de Cimavilla (que le abrevian el nombre)
Summarit 35 mm. f/2,8 a 1/350" ISO 160
Summarit 35 mm. f/2,8 a 1/350" ISO 160
Yo no ando con sidras (una pena), pero mientras tecleo estas palabras me he servido una buena guinness, y luego nos bajaremos a tomar alguna más aquí al lado de casa. El caso es desconectar que cunnus!!!
ResponderEliminarY esto viene a cuento porque la fotografía me trae recuerdos de esos lugares comunes, transitados mil veces y disfrutados otras tantas. Recuerdo otras tomas tuyas de este lugar, sin duda un lugar común para todos, creo, ya en el imaginario de La Colina. Pero encuentro esta algo más especial, con más sabor. Esos negros profundos y esos discretos brillos en el pavimento me la convierten en un CLÁSICO cojonudo. Las siluetas y la profundidad hacen el resto.
Un fuerte abrazo Antonio
Los distintos planos del contraluz dan una profundidad cojonuda. Al veces menos es más, como en esta ocasión.
ResponderEliminarExcelente trabajo Antonio
Un abrazo