Así se llama a la sonrisa que provoca involucra la contracción de los músculos cigomático mayor y menor (cerca de la boca) que elevan la comisura de los labios, y el músculo orbicular que eleva las mejillas y da lugar a esas arrugas alrededor de los ojos (patas de gallo).
Sin esas patas de gallo la sonrisa no se considera espontánea y genuina ya que la mayor parte de las personas no pueden contraer a voluntad el músculo orbicular. Es la mejor forma de saber si una sonrisa es, o no, auténtica...

145mm, 1/250, f. 3.5
Estas no necesitan gomas, se vé que lo están pasando bien.
ResponderEliminarMe gusta esa composicion en espejo, un acierto, como el colorido carnavalesco que has sabido conservar.
Otra para la buchaca carnavalera.
Me voy pal Fontan, hoy es la feria de la Ascensión... habrá tema, seguro.
Abrazo,
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLo que aprende uno aquí!!!
ResponderEliminarTodo un manifiesto a favor de la sonrisa verdadera, connus, si es que hay mucho falso suelto por ahí.
Menudo pedazo de foto, don Francisco, es un puro espejo, un cara a cara magnífico.
Todo un alegato
Un abrazo