Como hemos comentado en entradas recientes, cuando visitas Irlanda tienes la sensación de conocerla, son lugares comunes, vistos hasta la saciedad. El cine aporta mucha información, y terminas teniendo la sensación de ya haber estado allí. Sucede con muchos lugares del mundo.
Nada queda por descubrir en este mundo, pero siempre surgen, pequeños detalles que te permiten mirar de forma nueva, diferente.
Luego está la experiencia personal, la parte emocional, el cómo y de qué manera sientes eso lugares que visitas. Esa parte no se puede contar ni emular mediante un film o un pase de diapos, esa experiencia hay que vivirla, forma parte de la magia de conocer y es compañera inseparable del viajero.
24-70 mm
f/8
1/160 seg.
ISO 100
La experiencia de viajar y conocer lugares diferentes a aquellos que pateas a diario solo se puede sentir, no hay modo de contarlo.
ResponderEliminarSi ademas de vivir estos momentos únicos, uno se pone la cámara delante y decide aproximarse a esa otra experiencia inigualable que supone fotografiar jugando con las luces, con los horizontes, con los pequeños detalles, entonces el viaje siempre sera un recuerdo inolvidable.
Precioso detalle Ángel.
Un abrazo
Fantastic photo.
ResponderEliminarI love it.
Fijaté Angel que solo con tres colores has movido el sentimiento y has trajinao el subconsciente que rápidamente se ha trasladao a Irlanda. Es como sentir el viento en la cara enmedio de ese páramo, como sentir la humedad de esas nubes...
ResponderEliminarY son "solo" tres franjas de color...
Ya me he quitao la boina.
Un abrazo,
Veo que te has traído la tarjeta llena de excelentes fotografías, pero lo mejor, sin duda, es lo que disfrutarías haciéndolas.
ResponderEliminarLa edición es excelente (ya te lo he comentado en la anterior). Preciosa, sin duda.
Un abrazo